Lavar a mano, el mejor regalo para nuestra ropa.

Siendo sincera no hay nada más fácil que meter todo a la lavadora y secadora, y olvidarse de la ropa sucia. Sin embargo, con cada ciclo estamos reduciendo la vida de nuestras prendas. Aquí te cuento la importancia de lavar a mano y cómo hacerlo de la manera correcta.

Estudios demuestran que la agitación mecánica, el aire forzado y el calor de la secadora hacen que la ropa se encoja, rasgue y los colores se desvanezcan.

¿Esa pelusa que sacas de la secadora con cada ciclo? Es sencillamente las fibras que se descomponen. Un estudio demostró que solo 20 ciclos de lavado y secado pueden hacer que nuestros textiles sean el doble de fácil de rasgar.

Por el bien de tus prendas ¡no utilices tanto la lavadora y la secadora! Y si quieres utilizarlas de manera sostenible, puedes leer unos tips aquí.

Paso a paso del lavado a mano:

1. Preparar. Usa tu lavandero/fregadero o un balde. Asegúrate que el recipiente que elijas esté MUY limpio, sin color, suciedad o residuos que puedan transferirse a tu ropa. Llena tu balde con agua fría. Si no estás seguro si el artículo puede desteñir, coloca una esquina en el agua sin detergente. Si comienza a botar color, no te asustes: la mayoría de la ropa puede perder un poco de color sin una decoloración notable. Si sale mucho color, lávalo en seco más bien.

2. Agrega el detergente líquido. Agrega unas poquitas gotas, alrededor de una cucharadita o menos. Si la prenda tiende a desteñirse, usa la menor cantidad de detergente posible. Usar mucho puede ir borrando los colores de tu ropa, además la mayoría de los detergentes modernos están formulados para funcionar en pequeñas cantidades.

3. Suavemente mueve tu prenda. Sumerge la pieza y agítala gentilmente con la mano hasta que el agua jabonosa la cubra. Presiona la ropa, y agítala para que el jabón y el agua llegué a todos los lados de la pieza. Si está demasiado sucia, Y ES UNA PIEZA QUE NO DESTIÑE déjala sumergida 15 minutos. Si es una pieza de color NO la dejes remojando. Luego agítala por unos minutos más restregando suavemente donde hayan manchas o partes de mal olor por ejemplo axilas.

4. Enjuaga. Drena el agua jabonosa y enjuaga tu prenda con agua limpia y fría hasta que el agua salga limpia y libre de espuma.

5. Remueve el exceso de agua. Gentilmente aprieta la pieza dentro del recipiente para remover el exceso de agua. No levantes la ropa mientras está empapada, eso hace que se deforme la tela.

6. Cuelga/guinda para que se seque. Si la pieza es blanca puedes colgarla solo sacando el exceso de agua con una toalla. Si es de color tienes que sacar la mayor cantidad de agua porque los colores pueden correrse. Si tu pieza es delicada NO uses la secadora a menos que la etiqueta diga que si puedes, en cuyo caso asegúrate que sea la temperatura más baja.

Sé que esto suena complicado, y con nuestra vida ajetreada más aún. Pero la verdad es cuestión de costumbre y de separar un tiempo de la semana para esto. Puedes empezar lavando solo tu ropa delicada, o tu ropa interior.

También recuerda que es importante que alargues el día del lavado, aquí te doy los tips para minimizar tu impacto ambiental y mantener tu ropa más linda

Con amor.

Adri Marí

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